Rutinas
Hay días buenos y días malos. Días que concluyen con una sonrisa en los labios, o con los ojos anegados en lágrimas. Días dorados. Días negros. Días en los que me apetece vivir eternamente y días en los que rezo para que no exista un Dios que me regale otra vida después de ésta. Existen días que duelen, días que ríen (a veces conmigo, a veces de mi), días que sueñan. Hay días que me besan y su sabor me recuerda al tuyo, días que me ponen una almohada en el rostro para impedirme respirar. Hay días que buscan en otros días pasados, y días que imaginan días que nacerán. Hubo un día que me robó el amor, y aún espero que un compañero suyo me lo devuelva. Hay días de feria, días de luto, días de otoño, días en los que todo huele bien.
Pero hoy el día no ha querido mostrarse y ha pasado de puntillas mirándome de soslayo, silenciosamente, sin decirme nada. Y yo no me he enterado...
Pero hoy el día no ha querido mostrarse y ha pasado de puntillas mirándome de soslayo, silenciosamente, sin decirme nada. Y yo no me he enterado...