miércoles, mayo 30, 2007

We are heroes

El mundo se desmorona y nosotros nos enamoramos, nene, como si lo que siento por ti fuese una flor en un desierto, frágil y fuerte a partes iguales, conservando color y fragancia a pesar del sol abrasador del día y del viento gélido de la noche, alzándose orgullosa de resistir ante la adversidad.

El amor no se agradece, pero quiero darte las gracias por el tiempo en el que hemos estado juntos, y sobre todo por ese otro en el que no, por esperarme, por creer que tenía que ser yo, por materializar esa idea de querer que tenía perdida en mi cabeza, por Granada sin ti y Sevilla contigo, por tu cariño enviado en forma de corcheas diarias, por ser todo lo que había pedido en aquel correo (¿te acuerdas?) como si fuese una carta tardía a los Reyes Magos, tú, amigo, confidente, amante, compañero, milagro. Gracias por la sonrisa amplia que me arrancas cuando apoyo la cabeza en tu hombro, por ser el amor puro y limpio que había soñado, por hacerme mantener la fe en que otro mundo es posible.

David Bowie de fondo y echo en falta en casa tu olor, tu piel paseándose bajo mis dedos, tu forma de cerrar los ojos cuando sonríes, tu saliva uniendo los lunares de mi espalda, la manera en la que me sostienes en el aire, la perfección con la que encaja tu cuerpo entre mis piernas, tu respiración en mi nuca cuando despierto. Una sola noche sin dormir a tu lado y mis manos doloridas de añorarte buscando tu pecho desnudo a tientas, entre sueños, en la inmensidad de una cama que no es más que trozos de madera, metal y tela si no estás.

Y mañana de nuevo vuelves, y contigo el despertar del día, tu cuerpo llenando el mío, mi espalda cubierta de calidez cuando suena el despertador, venga, lo pongo un poco más tarde y quiero quedarme a vivir aquí, en ese preciso instante en el que me desperezo, me froto los ojos, ubico mi existencia y soy consciente de que estás a mi lado y me amas, tú silbando en la ducha y yo siendo feliz respirando tu presencia al otro lado de la puerta, ráfagas de besos en el ascensor, pegarme a ti en la línea 6 como si fuésemos un solo cuerpo. Rutinas que conviertes en hazañas.

Hoy quiero devolverte tu (nuestra) canción. Porque soy una persona normal, en un mundo grande y en ocasiones inhóspito, porque soy una más entre la multitud hasta que tú me ves y el tiempo se detiene para ambos, y sólo existimos nosotros. Y no sólo por un día. Nene, siempre seremos Héroes.