domingo, enero 28, 2007

De magia, vuelos y cine


Siempre me han gustado los trucos de magia. Una mano, un chasquido dededos, y que aparezca una bola de colores de entre mi pelo. Una chistera y una varita. Una mirada y sentirme la persona más importante del universo. Y volar. Cómo no, volar. Eso sí que es magia. Cruzar el aire de puntillas. Más difícil todavía, doble salto mortal, hacer que vuelen. Que alguien desprovisto de todo movimiento se alce tres palmos del suelo. Un empujoncito y casi poder sentir el batir de alas entre mis manos. El comienzo de un viaje por aire. Es mágico. Abracadabra y haceis desaparecer mil personas en un concierto, os sentís solos entre la gente, os elevais poco a poco.

El cine siempre me ha parecido cosa de magia. Luces, cámara y acción, soy parisina cuando veo Amelie, y siento mío el diálogo de una puta que se cree princesa cuando dice que añora que la vayan a buscar a la salida del trabajo. Lloro si alguien me dice que aprenderá a nadar por mí. Pura magia el hacer míos sentimientos ajenos.

Hace poco intenté regalarle a alguien un praxinoscopio. Un regalo a caballo entre un truco de ilusionista y la maravilla del cine. Imágenes en movimiento. Hacer soñar apenas con un pequeño impulso. Un leve giro de muñeca y, de un borrón de tinta, hago un hombre que se emborracha por desamor, un caballo desbocado, una paloma que vuela. Fácil, ¿no?

Con las personas, es distinto. O sale o no sale. Alzas las alas, giras la rueda y, o vuelas o no vuelas. No es cuestión de intento o práctica, no hay truco, no es mejor si ensayas más, si repites el dibujo, si eres más rápido escondiendo la carta. Por eso creo que me ha tocado la mejor parte, la de querer, la de que me quemen las yemas de los dedos, la de sentir algo que empieza. No es amor, claro, el amor llega después, con los cafés a medias y el tiempo que no hemos dedicado.

No entregué mi regalo. Me equivoqué tanto que esa persona ya, muy lejos de volar a mi lado, ni siquiera camina cerca de mí.

Casi la totalidad de estas palabras fueron escritas antes de que se fuera. Es un texto rediseñado. La corrección más terrible quizás resida en la frase final. “Fue bonito, me ha gustado, me volvería a equivocar otra vez”. Ahora no pienso así.

Y hoy… hoy vuelo en bandada, dibujando formas en el aire, adelantándome en solitario unas veces, esperando al resto otras. Y me gusta.

Sigo creyendo en la magia, en mi capacidad de volar, en las historias de cine. Sé que en algún chasquido de dedos, aparecerá la bola blanca. Sólo hace falta recordar las palabras mágicas.
P.d. Aunque no sea una de las favoritas en la noche de los Goya me quedo con Azul oscuro casi negro.

9 Comments:

Anonymous Anónimo said...

De alguna forma también he estado en ese fotomatón, en esa plataforma en la que el silencio era más espeso que el petróleo, o sentado en una peluquería de mujeres tristes que buscan motivos para sonreír.
La magia es ilusión. A veces al perder una perdemos la otra y todo se vuelve negro. O casi.

Buen día azul te deseo.

1:48 a. m.  
Blogger Llaeza said...

j.t., La vida secreta de las palabras es una película maravillosa, ¿verdad? El silencio pesa como una losa inmensa y casi no deja respirar, te asfixias, te tambaleas, pierdes el equilibrio, como si fueses una princesa fuera de tu reino.

La magia es ilusión, sí. Y el amor es magia. Según mis clases de lógica de segundo de bachiller entonces el amor es ilusión, en estado puro, sin ilusión no hay amor, sin brillos en las pupilas no hay amor, sin admiración ni aleteos de mariposa no hay amor.

Si no hay uno no hay lo otro, ya me lo decía mi profesor de filosofía, modus ponens, y comenzamos de nuevo, si A entonces B, es sencillo, aunque a veces se me olvide.

Hoy tengo un día gris perla, nostálgico pero bonito, gracias por mirarme desde el otro lado, iniciales sin rostro, sin nombre, sin voz, ni siquiera un enlace que me lleve a otro lugar.

Que tu día sea del color que quieras, pero que ilumine

2:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Soñar y hacer soñar.Eso es magia.Y que nunca te falte en ninguna de las cosas que emprendas.
Musus

7:20 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ya, ya sé que hace tiempo que no te comento. Tú sabes que te leo.
Ocurre que escribes cosas tan personales que no se qué decirte.
Estoy soso.
Eso, que te leo.
(Y te añoro y quisiera verte y recuerdo tus cartas de antes y que me entra una penita así,y que me viene tu voz con ese acento tan delicioso).
Ay, Llaeza, tan lejos.

10:04 p. m.  
Blogger Llaeza said...

aitor Eso, que no nos falte :)

Besazos

Glup Tus deseos son órdenes. Ahí tienes mi voz.

10:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cuando algo merece la pena supongo que uno debe decirlo, y no callarlo, llevo leyendo tu blog desde hace tiempo y resulta de lo más dulce, asi que he decidido vencer mi timidez y mandarte un GRACIAS...porque a veces en tus palabras escritas, encuentro sentimientos mios que sabía que los tenia pero no sabia como decribirlos...
Besitos

10:52 p. m.  
Blogger Llaeza said...

anónimo, gracias gracias, gracias...

Siempre me queda la duda cuando alguien firma como anónimo de si lo conozco o no... me guardo la intriga y te envío un beso enorme...

Me has hecho sonreír... :)

11:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Puedo volar yo a tu lado? Porque tú siempre vuelas conmigo. Y lo sabes.
Te quiero. No puedo volver a aprender a nadar, pero si quieres, te voy a buscar a la salida....

(por cierto... el praxinoscopio queda mucho más bonito en tu habitación. Seguro que Kiara me daría la razon ;-P)

12:08 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

A veces (sólo a veces) un regalo no es un simple regalo, sino una especie de confirmación de los lazos entre las personas, un sacramento de las relaciones.

Lamentablemente, muchas veces, cuando todo se va a la mierda, los regalos se convierten en defectos y en rencores.

¡Que cosas!, un mismo objeto, dos sentimientos opuestos... para ti ese praxinoscopio es algo obsoleto, olvidado, del pasado remoto, algo que olvidar....sin embargo para alguien, es un objeto valioso que exponer en su habitación con orgullo y una sonrisa junto a su jarra de cerveza y su lámpara de aceite...

3:30 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home